Ortodoncia

 

ORTODONCIA

La ortodoncia es la especialidad dentro de la odontología, que busca la corrección de las maloclusiones o defectos en la posición de los dientes, gracias a fuerzas ejercidas mediante aparatos que producen un movimiento controlado de dichos dientes.

Es evidente que el objetivo principal de la ortodoncia y por lo tanto el motivo más frecuente de consulta, es fundamentalmente estético, es decir conseguir una buena apariencia, y un buen alineamiento dentario. Sin embargo es primordial entender que no solo es éste el fin de estos tratamientos correctores.

Las maloclusiones son un problema del ámbito bucofacial bastante prevalente en nuestra población. Por esta razón es importante conocer la causa precisa o los factores que pueden predisponer a un individuo a presentar una maloclusión con el fin de prevenirla o tratarla mejor. Sin embargo, a diferencia de otras entidades patológicas que tienen una etiología clara, la mayoría de las maloclusiones son alteraciones más o menos acentuadas del crecimiento y el desarrollo.

Una gran parte de las maloclusiones podrían haberse evitado, fundamentalmente aquellas cuya etiopatogenia esta ligada a causas adquiridas. Se trata de promocionar, de una manera lo más eficaz posible, un correcto desarrollo, crecimiento y maduración de las estructuras dentó-maxilo-faciales.

Debemos detectar y evitar de forma precoz hábitos adquiridos nocivos como la respiración bucal, la succión del dedo y la persistencia de la deglución infantil. Así mismo se deben evitar trastornos como la pérdida prematura de dientes temporales, dientes supernumerarios que pueden alterar la erupción correcta  de los dientes generando una maloclusión.

También tenemos que actuar corrigiendo anomalías oclusales en estados iniciales que pueden interferir en el correcto desarrollo mediante la ortodoncia interceptiva.

Por último podemos actuar sobre las maloclusiones ya establecidas en personas adultas mediante aparatología fija que puede ayudarse de la cirugía ortognática en casos de deformidades esqueléticas.

Braquets removible

Braquets removible

Ortodoncia invisible

Ortodoncia invisible

Tratamiento canino incluido

Tratamiento canino incluido

Ortodoncia fija

Ortodoncia fija

 

MALOCLUSIONES: CONCEPTO Y CLASIFICACION

Cuando los dientes situados en las arcadas superior e inferior se relacionan adecuadamente en perfecta armonía, hablamos de una “oclusión correcta” lo cual da lugar a una digestión fisiológica correcta y consecuentemente a una nutrición adecuada, además facilita una clara fonética y contribuye a una apariencia atractiva.

Sin embargo cuando los dientes superior e inferior no se relacionan adecuadamente o aquellos se encuentran en posiciones anormales entre arcadas, estamos ante una oclusión incorrecta que denominamos “maloclusión”. Debido a la trascendencia de las maloclusiones que pueden conducir a deformidades de los maxilares existe una rama de la odontología que se ocupa de la detección, prevención y corrección de las anomalías de la oclusión denominada Ortodoncia (Ortho=derecho; odonto=diente). 

Se define Maloclusión como una desviación de lo que es una “Oclusión normal”.Resulta paradójico pensar que esta es la oclusión menos frecuente por lo que se debería llamar oclusión ideal imaginaria. Lo normal en ortodoncia es lo menos frecuente que se observa en la población general.

La maloclusión es un término universalmente aceptado y de fácil compresión, pero que no hay que interpretar como la antítesis de la oclusión normal. La dificultad estriba en decidir donde acaba lo que se considera una oclusión normal y empieza una maloclusión. El término maloclusión es genérico y debe aplicarse, sobre todo, a aquellas situaciones que exigen intervención con ortodoncia más que a cualquier desviación de la oclusión ideal. 

El concepto de maloclusión puramente morfológico debe ampliarse y han de valorarse otros aspectos. Así, desde un punto de vista actual existe una maloclusión cuando una mala disposición de los dientes crea un problema para el individuo tanto desde un punto de vista funcional como psicosocial.

El concepto de maloclusión también puede orientarse en función de la necesidad o indicación que exista de tratamiento de ortodoncia. 

Edward.H. Angle publicó a finales del siglo pasado la primera clasificación de las maloclusiones, que era sencilla y se sigue aplicando en la actualidad, dividiendo las maloclusiones en tres grandes grupos

 

Clase I

Clase I

Maloclusión caracterizada por una relación antero-posterior normal de los primeros molares permanentes (la cúspide mesiovestibular del primer molar superior está en el mismo plano que el surcovestibular del primer molar inferior).

Siendo las relaciones sagitales normales, la situación mal oclusiva consiste en las mal posiciones individuales de los dientes, la anomalía en las relaciones verticales, transversales o la desviación sagital de los incisivos.

 

Clase II

Maloclusión caracterizada por la relación sagital anómala de los primeros molares permanentes (el surco vestibular del molar inferior está por distal de la cúspide mesiovestibular del molar superior). Toda la arcada maxilar está anteriormente desplazada  o la arcada mandibular retruida con respecto a la superior. Dentro de esta clase se distinguen dos tipos según la posición de los incisivos superiores:

División 1ª

Incisivos en protrusión y aumento del resalte

Clase II división 1

 División 2ª

Incisivos centrales superiores retroinclinados,y los laterales con una marcada inclinación vestibular.

Existe una disminución del resalte y un aumento de la sobremordida interincisiva.

Clase II división 2

 

Clase III

El surco vestibular del primer molar inferior está por mesial de la cúspide mesiovestibular del primer molar superior.

La arcada dentaria mandibular está adelantada, o la maxilar retruida, con respecto a la antagonista. La relación incisiva suele estar invertida con los incisivos superiores ocluyendo por lingual de los inferiores.

Clase III 

 Otras clasificaciones clínicas:

CLASIFICACIÓN DE LISHER:

Neutroclusión

Clase I de Angle.

Muestra una relación normal o neutra de los molares.

Distoclusión

Clase II de Angle.

El molar inferior ocluye por distal de la posición normal.

Mesioclusión

Clase III de Angle.

El molar inferior ocluye por mesial de la posición normal.

 

CLASIFICACIÓN ETIOPATOGÉNICA:

Según la localización preferente de la maloclusión.

Maloclusión ósea:

Afecta a uno o ambos huesos maxilares en la zona alveolar, o a nivel de las bases óseas, repercutiendo en el encaje dentario oclusal.

Maloclusión muscular:

El equilibrio muscular es el primitivamente alterado y el que causa anomalía.

Maloclusión dentaria:

Es la propia dentición la que por su forma, tamaño o posición provoca una alteración oclusal.

 

CLASIFICACION  TOPOGRÁFICA:

Distingue tres tipos de maloclusiones según el plano del espacio en el que se localice la maloclusión.

Maloclusión transversal:

Mordida cruzada: Uni o bilaterales.

Mordida en tijera

Maloclusión vertical:

Mordida abierta.

Sobre-mordida.

Maloclusión sagital:

En referencia a las relaciones antero posteriores de las arcadas.

 

SEGÚN LA EXTENSIÓN DE LA ANOMALIA:

Maloclusión local:

Circunscrita a una zona de la dentición afectando a un diente o a un pequeño grupo de dientes.

Maloclusión general:

Comprende a toda una arcada dentaria o a las relaciones conjuntas entre ambas arcadas dentarias.

 

ETIOLOGÍA DE LAS MALOCLUSIONES

La etiología de la mayoría de las maloclusiones no consiste en una causa específica conocida, sino en variaciones más o menos acentuadas del crecimiento y desarrollo del individuo. Es por esta razón por la que la identificación de factores de riesgo debido a la falta de causalidad es muy difícil.

La prevalencia de maloclusiones indica que aproximadamente un tercio de la población tiene una oclusión que puede considerarse normal o casi normal mientras que unos dos tercios tienen algún grado de maloclusión. De estos últimos, sólo un pequeño grupo (5%) tiene una maloclusión atribuible a una causa específica conocida. Por el contrario, la mayoría de las maloclusiones son el resultado de una combinación compleja de influencias genéticas y ambientales y no están causadas por un proceso patológico, sino por variaciones más o menos moderadas del desarrollo normal.

Desde una perspectiva preventiva es importante conocer las causas específicas de la maloclusión, porque ello nos permitirá prevenirlas, aunque sólo representen una pequeña parte del conjunto. Por otro lado, se ha de poner el énfasis en aumentar el conocimiento de los factores ambientales capaces de modificar de modo más perjudicial el desarrollo normal.

 

INFLUENCIAS GENÉTICAS

El papel de la herencia se ha demostrado en diversas investigaciones que establecen la similitud de las características craneofaciales entre padres e hijos. Los gemelos mono-cigotos, aunque presentan cierta variación en el tamaño la forma y la disposición espacial de los componentes óseos del esqueleto se parecen mucho más entre sí que los gemelos que no comparten el mismo material genético.

El análisis de variables craneométricas entre parejas de hermanos muestra que las estructuras del esqueleto craneofacial tienen un  alto componente hereditario. Los factores genéticos también tienen un impacto importante en la amplitud y longitud de la arcada.

Parece por tanto, que excepto en las situaciones en las que la etiología es clara (traumatismos),la mayoría de las maloclusiones esqueléticas moderadas suelen ser el resultado de un patrón heredado. Este sería el caso de la mayoría de las clases II, en las que suele existir un patrón heredado de déficit mandibular y de las clases III, en las que existe una clara tendencia familiar y racial, y en los problemas verticales.

Por su parte el tamaño dental, la morfología dental y la formación radicular están en gran medida bajo el control genético.

En cambio, las variables basadas en la posición y relación de los dientes(apiñamiento, rotaciones, …) tienen una capacidad de transmisión hereditaria muy baja. 

 

FACTORES AMBIENTALES

Existen factores externos que pueden afectar la situación de equilibrio en la que se encuentran las estructuras dentarias y esqueléticas. El efecto de una fuerza ambiental que rompa esta situación de equilibrio depende fundamentalmente de su duración y no de su intensidad. Eso significa que cualquier tipo de fuerza que no actúe de forma constante durante al menos 6 horas, no tendrá implicación alguna sobre la dentición porque no alterará la situación de equilibrio en la que se encuentran los dientes.

El posible efecto del ambiente sobre el sistema estomatognático con el paso del tiempo parece evidenciarse cuando se compara la prevalencia de maloclusiones en la actualidad con la de poblaciones primitivas. Diversos autores observan una mayor prevalencia de maloclusiones en la sociedad actual, debido a los cambios de la dieta y a la reducción de la demanda funcional sobre los maxilares que provocan un menor desarrollo de las arcadas.

A continuación revisaremos de forma breve algunas posibles influencias de tipo ambiental:

POSICIÓN LINGUAL

La protusión lingual que realizan los niños en la deglución forma parte de la fase transicional a una deglución más madura. Pero la lengua puede ser un factor etiológico en el desarrollo de una maloclusión si su posición de reposo no es normal y las presiones de reposo no es normal y su posición al tragar está alterada.

La protusión lingual al tragar no implica siempre una posición alterada y, por tanto que determine una maloclusión. En los niños con una mordida abierta anterior la posición lingual puede ser un factor de perpetuación de la maloclusión, pero en la mayoría de los casos no es la causa en sí misma.

HABITOS DE SUCCION

El hábito de succión es un reflejo innato que poseen todos los niños y que en mayor o menor medida se presentan en casi todos los lactantes y niños. Esta necesidad se puede satisfacer con la lactancia materna o artificial. Sin embargo, en muchas ocasiones queda una necesidad no satisfecha de succión que el niño trata de completar. En nuestra sociedad este reflejo se satisface con la succión de un chupete o un dedo.

El problema aparece cuando este hábito se prolonga: La aparición de una maloclusión debida a un hábito de succión depende, como cualquier estímulo externo que altere el equilibrio dental y esquelético, del número de horas y no de la magnitud del chupeteo.

Las consecuencias del hábito de succión dependen del momento del inicio y la finalización del hábito. Por ejemplo, el efecto durante la dentición temporal es escaso o nulo. Sin embargo, si el hábito persiste en dentición mixta avanzada el efecto puede ser la aparición de una maloclusión que muestra mordida abierta anterior, compresión maxilar, vestibulización de los incisivos superiores y lingualización de los inferiores.

Por fortuna, la succión del chupete suele suprimirse espontáneamente o con poco esfuerzo hacia los 4 años, mientras que es difícil el cese espontáneo o sin dificultad del chupeteo del dedo. En general, el cese del hábito comporta una corrección parcial o total de la maloclusión provocada si se produce en una edad temprana.

RESPIRACIÓN ORAL

La respiración es la actividad funcional más importante en el desarrollo de la dentición y del crecimiento de la cara. La respiración oral puede aparecer como consecuencia de la reducción del paso aéreo de la nariz o de la nasofaringe por circunstancias de tipo mecánico o alérgico. Pero en muchos respiradores orales no se encuentra una obstrucción de tipo mecánico.

La respiración oral conlleva una apertura de los labios, y un cambio de la postura cráneo-cervical para facilitar la respiración (flexión posterior de la cabeza); debido a ello la mandíbula efectúa una rotación posterior, de forma que la lengua queda en una posición descendida sin contacto con el paladar. Si el periodo de respiración oral se prolonga, este cambio de postura de la cabeza-mandíbula-lengua puede provocar un cambio del equilibrio de las presiones sobre los dientes y los maxilares que de lugar a una afectación del crecimiento de los maxilares y de la posición de los dientes.